Educar en valores para promover una sociedad más justa, mas cívica, en definitiva, más humana. Desde todos los frentes (escuela, familia, legislación) parecen haber comprendido que al margen de los resultados académicos, y más allá de transmitir este u otro conocimiento, resulta mas útil para los alumnos aprender las normas básicas de convivencia con los otros y con ellos mismos, que les acompañaran durante el resto de sus vidas.
Pero ahora pensemos por un momento en quienes les transmitirán esos valores a todas esas personas que están formando su percepción del mundo que les rodea. Somos todos y cada uno de nosotros, hermanos, primos, titos, conocidos de una fiesta de cumpleaños, pero principalmente será su familia y sus maestros quienes les enseñen a vivir. ¿Pero realmente lo hacen?
Desde la escuela se están planificando proyectos que devuelvan esa dimensión humanista de la educación que nunca debería haberse perdido, ya que al igual que se enseña el procedimiento para resolver un problema matemático, o se les enseña orden y como comportarse bien, sería sumamente importante enseñarles a sentirse bien, a amar, a respetarse a si mismos y a esforzarse.
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